La mayoría se quedan en las reservas o en los zoológicos porque ya no pueden defenderse solas.
Lastimosamente la atención médica a los animales y aves silvestres cada vez es mayor, llegan con diferentes lesiones, que pocas veces sanan en su totalidad como para permitirles volver a su espacio natural. En Cotopaxi el año anterior, la clínica veterinaria Planeta Vida atendió a cerca de 80 especies. En lo que va de este año esa cifra ya se superó.
Diego Medina, médico veterinario, e inspector honorífico del Ministerio del Ambiente, es propietario de Planeta Vida, la única clínica en la provincia que mantiene un convenio con el Ministerio y puede dar la atención a los animales silvestres, que son rescatados.
Explica que las especies más vulneradas son las aves, los loros y guacamayos, porque la gente piensa que son animales domésticos y en algunos lugares les venden fácilmente, a pesar de que esta actividad está penada con prisión de uno a cinco años, dependiendo de la especie.
Sin embargo se mantiene el tráfico de estas aves y es penoso, a decir de Medina, de las especies que llegan, solo el 15 o 20% logra volver a su hábitat.
En la clínica reciben atención de primeros auxilios y todo el tratamiento que requieren para su recuperación y luego se coordina con otras fundaciones el tema de la reinserción, cuando es posible; de lo contrario se les busca un lugar en cautiverio para que puedan vivir tranquilos y sean bien cuidados.
Planeta Vida cuenta con cuatro veterinarios, todos capacitados para atender este tipo de emergencias y además tiene el apoyo de biólogos de todo el país, con quienes hay contacto permanente para llevar adelante el tratamiento de cada especie.